miércoles, 12 de octubre de 2011

Cualquiera


Quien quiera volverá y entonces canta cuanto perfume le posesiona la vista, encantado de tantas ensoñaciones podríamos continuar gritando que se trata de sangre real, no de dragones, sino de bestias fieles a la ley, que nacida invento la revolución. 

De salto en salto las llamas rodeaban las siluetas de corazones que murmuran brillos estelares, manifestaciones de valentía y orgullo que en la cima de lo perplejo no continúa después de la hora del té. 

Oculto y casi tartamudeando consolida la historia, pero viejo es el camino de rocas que donde el cantinero descansa en paz, con él, por él, vivió cumpliendo su fe como un sacerdote sus votos. 

Oportuno en instantes cuando la corriente se abre paso, pero el vuelo inerte corrompe a los políticos, que conociendo la acción del no nato generan el verano perfecto para castos vertederos y bosques. 

Húmedo el interior de cada íntimo instante, que en el sol solo despeja el camino a las carretas de Morfeo, mas de aquellos y el poder no incumbirá sino a las mazmorras de lo infinito. 

Entonces al camino siempre existe suprimido por quienes no han escrito sus líneas.