lunes, 23 de enero de 2012

Corazón de Piedra

De tiempos a momentos, espasmos dentro de sentimientos desbordantes y descontrolados, calma ante todo y que la nada se ausente. Creo que el agua ya no surte efecto, que la vida la ha relevado de su puesto, que sin permitirlo debió haberlo hecho, inconsciente, conveniente, pero incoherente al momento de recordar que la inexistencia en lo posible no es propuesta por diversos instantes de audacia, sino más bien creada en conjunto, como una realidad alterna, como un imaginario desconocido, pero que divertido devuelve los sueños a sus dueños incondicionales.
Intrigante cuestionamiento de vulnerabilidad y resentimiento, desgaste que sin cesar abate con el viento, promesas incumplidas, hechos hermosos de actos sinceros, experiencias y recuerdos que poco a poco se van, se desvanecen.
Peregrino desconocido, desorientado, contextualizado en el espacio y en el tiempo, presentado a multitudes, desconcertado por lo que ve, por todo lo que pretende y que en instantes a pesar de las turbulencias y constantes zumbidos erosiona con ápices de sentimiento, olvida y tan solo, observa y la rabia se desvanece, porque el impulso ya no existe, porque inquieto buscó la salida, porque abrumado por lo que vio hoy solo siente dolor, al entender que será difícil volver, que necesita más que el sacrificio de una virgen, así estar y dar, conectar y crear…
Detenido el tiempo vuela y la historia revela, enfermo, estúpido, paralizado y oxidado, devastado con hambruna, revelado ante los misterios pide un momento de lucidez al día para no detener el intento. El caballero, que de justo nombramiento nunca permitió la democracia, robusto, gallardo, ensombrecido por sus remordimientos, demuestra lo dispuesto.
Y creer que en algún momento…
Vivir melancólico, nostálgico evento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario