viernes, 11 de noviembre de 2011

Caminos

Desprenderse del arma sujeta y tolerante a la tiranía, hacer de su rumbo los hilos de un títere, sentir que cada y por minúsculo, se resiste olvidando el acorde sabor de la mentira. 

De espasmos revuelto en la lluvia y con la mirada fija solo caminar por las sendas en busca de quien no conoce, quien evita y reniega, con énfasis en la distancia, con el pensamiento traidor a un sentimiento rogando ser perdonado. Envuelto en murmullos incansables, deseando el silencio de la melancolía, tornándose blanco el espacio, inventando y creando una fantasía, Yace inmune la sensación de auto cuidado, pero se invierte el espíritu, controlando a quien se derrumbe, movilizando con energía cada partícula añorando supervivencia, natural, intrínseco, potente desequilibrio destructor, caos determinista y estructurador de prejuicios, estereotipos, barreras sucedáneas a lo infinito. 
Formación de libertad, asimismo de ausencia y estruendo ruidoso, que incansable murmura no más, no debes, aún si quisieras, aún si pudieras, de instantes alucinados, no sobrevives sin otro que por desgracia siempre he sido yo. 

Alumbra que la orden fue clara, ilumina que por eso y solo eso estás aquí, no niegues ni divulgues difamaciones de tu tarea, tu labor es única e invaluable y siempre tuviste el poder para ocultarla, por qué negarte ahora, por qué si tu luz es innecesaria, justo en este momento debiste rezar para que alguien, quien fuera lo notara, descansa y tus brazos no existen, detente y tu cuerpo desaparece, escóndete tras la luz y entonces jamás habrás concurrido, no preguntes, no cuestiones, no irrumpas ni pretendas ser creador, para qué mutilar lo dispuesto sin intentar restablecerlo desde un principio. 

Frente a frente las escaleras obligan a criaturas inertes desprenderse, procrear, vigilar ser siempre perseguidos, preguntar por el inesperado silencio y temer aferrarse a él en busca de un suspiro que necesario detiene el tiempo con ritmos de magnifico. Entonces, decide en rastros de lo que fue, ruinas de lo que será, espermas que incontrolables fecunden lo pedido.

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