Recuerdo aquellos momentos donde escribía extensas líneas con lo que me pasaba, donde mis imágenes solían interpretar mis sentimientos, y podía imprimir todo en palabras... Es extraño saber, y mas aun ignorar, pero la vida conoce cada una de las vueltas que ha dado, y el porque de las que va a dar.
Mi vida aun no encuentra el sentido, lo tubo, lo vivió, pero ya no esta mas, y es que cambió algo, no sé ya no miro hacia atrás, solo veo lo que parece venir y entonces reflexiono, para encontrar sentido a mis pasos ¿debo caminar hacia atrás, debo dejar de mirar? Pero si ver es lo que me mantiene en pie...
Entonces pregunto, quien si ese es mi destino, serán mis ojos, quien me acompañara a avanzar...
Mi vida aun no encuentra el sentido, lo tubo, lo vivió, pero ya no esta mas, y es que cambió algo, no sé ya no miro hacia atrás, solo veo lo que parece venir y entonces reflexiono, para encontrar sentido a mis pasos ¿debo caminar hacia atrás, debo dejar de mirar? Pero si ver es lo que me mantiene en pie...
Entonces pregunto, quien si ese es mi destino, serán mis ojos, quien me acompañara a avanzar...
Todo depende del cristal con que mires. Creo que debo escribir. Hoy es uno de esos días en que estas “no del todo mal”, de esos momentos en que tu vida se torna azul, solo por querer evitar volverse roja, estúpido, pero todo simbolismo de amor me repudia en este momento, y sin embargo es lo primero que busco al pensar que podría representar lo que siento.
Todo por aquella tonada que vuelve a repetirse, hay que decirlo, mañana voy a estar bien, la felicidad por muy efímera que parezca vuelve, o al menos eso creemos, puesto no digo yo muchas veces “hoy es el día mas feliz de mi vida” o “no puedo estar mas feliz”, pero en fin no siempre puedo estar tan alegre, tan contento. Hoy es uno de esos días donde aquello que no muestro, que nadie conoce, y que yo por el daño que provoca me oculto, intenta salir. Hay frases que me gustaría decir, pero simplemente no puedo, porque ya no depende de mí.
Lo lamento, pero no todo depende de mí.
Todo por aquella tonada que vuelve a repetirse, hay que decirlo, mañana voy a estar bien, la felicidad por muy efímera que parezca vuelve, o al menos eso creemos, puesto no digo yo muchas veces “hoy es el día mas feliz de mi vida” o “no puedo estar mas feliz”, pero en fin no siempre puedo estar tan alegre, tan contento. Hoy es uno de esos días donde aquello que no muestro, que nadie conoce, y que yo por el daño que provoca me oculto, intenta salir. Hay frases que me gustaría decir, pero simplemente no puedo, porque ya no depende de mí.
Lo lamento, pero no todo depende de mí.
Química en cenizas
A lo lejos, con su pierna sobre la silla, el codo con el que sostiene el cigarrillo apoyado en su rodilla, su muñeca izquierda un poco más atrás en el muslo, me mira… Se acerca lentamente, luego de esa sonrisa coqueta, al instante de pedirme con voz suave mi nombre, nos besamos, sin yo saber a quien, ni como, solo nos importo en el momento, que aquel cigarro no se acabara jamás. La música existe, pero no se oye, segundos en que el auto se detiene para llamar a esa bella señorita y acordar un encuentro casual, en el momento donde nervioso y con prisa, pues llegara tarde a su primera cita, un hombre deja olvidadas sus llaves en casa, instante en que el bus encuentra necesario no detenerse, aun habiendo personas que lamentan lo imprudente, lapso donde surge el llanto de un niño, anunciando las tres de la mañana, hora en que casualmente llegamos a mi dormitorio. Entonces, le pregunto, sin haber hecho mas que el amor con las miradas en el camino, ¿cual es tu nombre? Luego del silencio y la respuesta, las velas de esa noche consumieron el aire, la llave y mi teléfono en el bolsillo, que poco a poco termino sobre la baldosa quebrada, acompañada de un encendedor, fueron testigos de lo que en aquel momento sucedía… En ese instante pasó, simples y burdos pensamientos en mi mente, observando esa postura, ese cigarro, que poco a poco se consume.
Quiero escribir, sueño pensar, no quiero que te vallas, no se lo que quiero, se lo que quiero, se lo que soy y lo que pienso, un abrazo, un suspiro en el oído, tu abrazo junto al mío, tus ojos, tu mirada, no quiero que te vallas, solo bésame y quédate junto a mi.
Solo entre el mundo y la nada, el vacio es mi camino y sus pasos son mi ritmo, amanecer junto a ti.
No quiero despertar, dormir eternamente, no soñar... ¿vivir? ¿Me enamoro de la vida? no lo creo, es tan vana, tan vacía.
A lo lejos, con su pierna sobre la silla, el codo con el que sostiene el cigarrillo apoyado en su rodilla, su muñeca izquierda un poco más atrás en el muslo, me mira… Se acerca lentamente, luego de esa sonrisa coqueta, al instante de pedirme con voz suave mi nombre, nos besamos, sin yo saber a quien, ni como, solo nos importo en el momento, que aquel cigarro no se acabara jamás. La música existe, pero no se oye, segundos en que el auto se detiene para llamar a esa bella señorita y acordar un encuentro casual, en el momento donde nervioso y con prisa, pues llegara tarde a su primera cita, un hombre deja olvidadas sus llaves en casa, instante en que el bus encuentra necesario no detenerse, aun habiendo personas que lamentan lo imprudente, lapso donde surge el llanto de un niño, anunciando las tres de la mañana, hora en que casualmente llegamos a mi dormitorio. Entonces, le pregunto, sin haber hecho mas que el amor con las miradas en el camino, ¿cual es tu nombre? Luego del silencio y la respuesta, las velas de esa noche consumieron el aire, la llave y mi teléfono en el bolsillo, que poco a poco termino sobre la baldosa quebrada, acompañada de un encendedor, fueron testigos de lo que en aquel momento sucedía… En ese instante pasó, simples y burdos pensamientos en mi mente, observando esa postura, ese cigarro, que poco a poco se consume.
Quiero escribir, sueño pensar, no quiero que te vallas, no se lo que quiero, se lo que quiero, se lo que soy y lo que pienso, un abrazo, un suspiro en el oído, tu abrazo junto al mío, tus ojos, tu mirada, no quiero que te vallas, solo bésame y quédate junto a mi.
Solo entre el mundo y la nada, el vacio es mi camino y sus pasos son mi ritmo, amanecer junto a ti.
No quiero despertar, dormir eternamente, no soñar... ¿vivir? ¿Me enamoro de la vida? no lo creo, es tan vana, tan vacía.
¿Por qué no das la vuelta un día… por que no gritas mi nombre?
Escritos de Fotolog
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